Después de unas vacaciones fantásticas, volver a la rutina
fue muuuuuy duro… por eso espere impaciente la siguiente semana, de nuevo cuatro
días festivos ¡¡bien!!
Empezamos el puente en Siurana. Hacía casi cinco años que no
iba por allí y la verdad es que me sorprendió gratamente. Últimamente todos los
sitios que "redescubro", parecen, de repente, enseñarme sus más bonitos rincones,
¿seré yo…? Me gustó volver y ver que tengo todo un paraíso de regletas por
descubrir, y me gustó también estar allí porque pasamos esos dos días con
alguien, al que conocimos hace unos años y se ha convertido en una persona muy
especial. Lástima que el viento se afincase en Siurana también, como nosotros, y
nos hiciese marchar.
Así que los dos últimos días los pasamos en margalef, como
no… ¡encantados!. Dos días que han sido muy intensos y mágicos para mí.
Hace ya
unos días probé el influjo mágico de la música para escalar; este último año ha
sido mi mejor año en cuanto a escalada se refiere y el miedo me ha dejado
siempre esa espinita que no podía quitar, ¡qué frustración cuando deseas algo con
todas tus fuerzas y ves que sólo tú eres el obstáculo para conseguirlo!. Estas
últimas semanas algo cambió en mí… ya no sentía ese pánico y empecé a disfrutar
de todas las vías que fui encadenando, siempre buscando sentirme segura en vías
que no me exigiesen demasiado y aumentando la dificultad de éstas poco a poco. Hasta que este domingo ¡por fin! decidí que quería probar mi proyecto, la vía
que más me exige en este momento, con la cuerda por abajo. De repente ya no era
una obligación que debía imponerme, sino que me apetecía mucho probarla, ver
cuáles eran los chapajes más raros, conocer las secciones y sus caídas y sobre
todo disfrutarla, disfrutarla como siempre había soñado. Y la experiencia fue
genial! No me bloqueé, no pase miedo y le dí mi mejor pegue!!! Mi concentración
era máxima en cada movimiento y me descubrí cantando en uno de los reposos
¡¡alucinante!!
Lástima que en un lance de mala suerte, rompí uno de mis
dedos L.
En un primer momento ni tan siquiera lo pensé, unos días de reposo y ya está.
Ahora que ya sé el resultado de la lesión, aunque llena de energía y con ganas
de recuperarme, no puedo evitar que un sabor agridulce acompañe todos mis platos…
"Nada se lo impedirá, excepto él mismo".- Paulo Coelho
"Tu mayor competidor, es lo que quieres llegar a ser".- Jim Taylor