domingo, 25 de diciembre de 2011

UN AÑO MAS

Esta semana celebré que he disfrutado un añito más.

El día de mi cumpleaños me gusta muchísimo. Es un día especial. Me hace sentir especial…

Todas, o casi todas las personas más especiales que han pasado por mi tren de la vida, hacen un huequito para compartirlo conmigo. Mensajes llenos de palabras preciosas y llamadas alegres y divertidas, me recuerdan que hemos pasado un año más juntos y que, aunque un año da para mucho y hay momentos mejores y peores, siguen ahí; están ahí para acompañarme otro año más y eso, me hace sentir bien. Para que nos entendamos, si fuese un gato me echaría a dormir ronroneando de felicidad tras un día así ;)

Estos días, gracias a todos esos gestos de cariño, despierto feliz, sonriendo e incluso, durante esta semana, he marchado a trabajar como si el mundo fuese diferente. No me he dado cuenta del ruido estridente y nervioso del despertador que otras mañanas me saca de quicio; tampoco he ido de camino al trabajo pensando que iba a ser otro difícil y duro día más y las mañanas, han pasado tranquilas.

Hay cosas que en un momento dado nos hacen sonreír o llorar, nos mantienen preocupados o nos crispan, nos generan más estrés del necesario e incluso, pueden llegar a hacernos pensar que la vida no merece la pena, buf!! Qué horror llegar a pensar algo así aunque sea durante una milésima de segundo… Sin embargo, son las pequeñas cosas, las que cuando estamos receptivos y abrimos los ojos y nuestro corazón, nos demuestran que la vida sí merece la pena; esa llamada en el momento oportuno, ese mensaje lleno de cariño, esa canción que nos hace llorar de emoción porque parece que nos han leído el pensamiento, esa sonrisa que, de repente, alguien te regala y te hace vibrar o ese abrazo que necesitas y alguien que se ha dado cuenta, decide regalarte lleno de cariño… todos hemos vivido momentos así y son maravillosos.

Para mí, el día de mi cumpleaños, es todo esto una y otra vez. Siempre he dicho que, por suerte o por desgracia, es mi relación con las personas que me rodean lo que consigue hacerme más feliz cuando es buena, y más infeliz cuando no lo es tanto, así que cada mensaje que recibo, cada llamada o cada abrazo o sonrisa que alguien me regala ese día multiplica sus efectos por mil en mí.

Siempre he defendido la idea de que la vida es mucho más bonita si la miramos con una sonrisa y la interpretamos con el corazón, así que intentaré, otro año más, regalar al mundo mi sonrisa y abrir siempre mi corazón. Quizá así el próximo año, vuelva a disfrutar de un maravilloso 21 de diciembre!!
“A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante”.- Oscar Wilde.
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”.- Gabriel García Márquez.