miércoles, 23 de noviembre de 2011

TU MIRADA

Alguien me hizo recordar el otro día, el poder de la mirada.

Me obsequió con una mirada que parecía querer contar tantas cosas que no pude ni siquiera mantenerla durante tres segundos, y recordé una actividad que realicé hace tiempo en la que debíamos pasar por una fila de personas y retener la mirada de la persona que teníamos enfrente durante diez segundos. Parece algo sencillo, mirar a varias personas que tan apenas conoces durante no mucho tiempo. Sin embargo, es una actividad con la que descubres de una forma diferente a las personas que se esconden detrás de esas miradas. Hay personas que tienen algo especial en su mirada. Son miradas que te atrapan y que no olvidas.

Hay veces, que sin saber por qué, cruzas tu mirada con alguien y aunque intentas desviarla, ya que no le conoces y sientes que invades su espacio, hay algo extraño que te lleva a buscar esa mirada una y otra vez. Es una mirada que te habla, te busca y sin haber cruzado palabra con esa persona, sabes que con esos mágicos segundos que os habéis mirado, ha habido una comunicación intensa y especial.

Otras veces, mientras hablas con alguien, descubres que no puedes, casi, mirarle a los ojos. Te regala una mirada tan transparente y profunda que sientes que si le miras demasiado vas a “desnudarle” interiormente, sientes que con sólo mirarle, estás descubriendo tantas cosas, que no puedes seguir mirándole sin sentir algo de vergüenza, así que decides dirigir tu mirada al ambiente que os rodea y sólo mirarle durante unos pocos segundos de vez en cuando. La verdad es que cuando tus ojos se cruzan con una mirada así no sabes muy bien, si la vergüenza es porque tú estás descubriendo demasiadas cosas sobre esa persona, o porque esa persona con su mirada transparente y profunda consigue colarse en tu interior y descubrirte poco a poco, descubrir tu “yo” más oculto.

Hace algún tiempo, también tuve la oportunidad de compartir parte de mi tiempo, con alguna persona a la que me hubiese gustado cambiar su mirada. De repente me encontré con miradas vacías, lejanas… miradas que me hablaban de un pasado triste, una vida difícil quizá. Miradas, que aunque durante ese tiempo sonreían a mi visita diaria, no podían ocultar en la profundidad de su mirada, ese sentimiento de nostalgia, de vacío interior y de pena que les acompaña.
 
Una mirada y una sonrisa sincera, es lo más bonito que alguien puede regalarte.
Siempre he creído que para conocer a alguien, sólo es necesario mirarle con ganas de verle, con ganas de entender todo lo que quiere contarte sin necesidad de palabras, que muchas veces confunden y enturbian, un momento de silencio perfecto en el que sólo una mirada bastaría.


“Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación”.- Proverbio árabe.
“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada”.- Gustavo Adolfo Becquer.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Soñando...

Llegaba la hora de acostarse. ¡Uuummhh! Que momento tan agradable… tumbarse bajo la colcha sintiendo el calorcito que poco a poco, su cuerpo, va generando y sentir como progresivamente se va relajando hasta el momento en el que sus constantes vitales están bajo mínimos y ya no es consciente de la realidad física que le rodea.

Normalmente, se despierta tranquila, descansada, no recuerda lo que ha estado soñando pero ese despertar lleno de paz, le indica que ha sido una noche feliz. Por eso noche tras noche, cuando llega el momento de ir a dormir, lo recibe con tantas ganas.

Son tantas emociones las que se juntan a la noche… gestos, miradas, texturas, mil colores que durante el día no ha sido capaz de apreciar, aún teniendo los ojos bien abiertos y, que al llegar la noche, se presentan de una forma desordenada y abstracta para hacerla reír, llorar, asustarse o impresionarla. Soñar…, hasta la palabra suena bonita, romántica…

Quizá en los tiempos que corren, soñar sea la única alternativa para evadirse de la realidad. Crear ese mundo imaginario, en el que su subconsciente la sumerge cada noche y donde sólo debe dejarse llevar a las emociones que han estado ocultas durante el día. Sí, soñar es el final perfecto para terminar cada día… ¡felices sueños!

"Ves cosas y dices,"¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, "¿Por qué no?".- George BErnad Shaw.

"¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".- Pedro Calderón de la Barca.

"El sueño es un arte poético involuntario".- Immanuel Kant.