martes, 11 de diciembre de 2012

Una de cal y otra de arena...


Después de unas vacaciones fantásticas, volver a la rutina fue muuuuuy duro… por eso espere impaciente la siguiente semana, de nuevo cuatro días festivos ¡¡bien!!
Empezamos el puente en Siurana. Hacía casi cinco años que no iba por allí y la verdad es que me sorprendió gratamente. Últimamente todos los sitios que "redescubro", parecen, de repente, enseñarme sus más bonitos rincones, ¿seré yo…? Me gustó volver y ver que tengo todo un paraíso de regletas por descubrir, y me gustó también estar allí porque pasamos esos dos días con alguien, al que conocimos hace unos años y se ha convertido en una persona muy especial. Lástima que el viento se afincase en Siurana también, como nosotros, y nos hiciese marchar.
Así que los dos últimos días los pasamos en margalef, como no… ¡encantados!. Dos días que han sido muy intensos y mágicos para mí. 
Hace ya unos días probé el influjo mágico de la música para escalar; este último año ha sido mi mejor año en cuanto a escalada se refiere y el miedo me ha dejado siempre esa espinita que no podía quitar, ¡qué frustración cuando deseas algo con todas tus fuerzas y ves que sólo tú eres el obstáculo para conseguirlo!. Estas últimas semanas algo cambió en mí… ya no sentía ese pánico y empecé a disfrutar de todas las vías que fui encadenando, siempre buscando sentirme segura en vías que no me exigiesen demasiado y aumentando la dificultad de éstas poco a poco. Hasta que este domingo ¡por fin! decidí que quería probar mi proyecto, la vía que más me exige en este momento, con la cuerda por abajo. De repente ya no era una obligación que debía imponerme, sino que me apetecía mucho probarla, ver cuáles eran los chapajes más raros, conocer las secciones y sus caídas y sobre todo disfrutarla, disfrutarla como siempre había soñado. Y la experiencia fue genial! No me bloqueé, no pase miedo y le dí mi mejor pegue!!! Mi concentración era máxima en cada movimiento y me descubrí cantando en uno de los reposos ¡¡alucinante!!
Este domingo ha habido un punto y aparte en mi cabeza. Mi motivación se ha multiplicado y sólo pienso en el momento de volver a escalar y sentirme igual.
Lástima que en un lance de mala suerte, rompí uno de mis dedos L. En un primer momento ni tan siquiera lo pensé, unos días de reposo y ya está. Ahora que ya sé el resultado de la lesión, aunque llena de energía y con ganas de recuperarme, no puedo evitar que un sabor agridulce  acompañe todos mis platos…

"Nada se lo impedirá, excepto él mismo".- Paulo Coelho
"Tu mayor competidor, es lo que quieres llegar a ser".- Jim Taylor