viernes, 22 de enero de 2010

Un poquito de poesía...

Este año los reyes magos hicieron caso de la frase que dice que “todos los días deberíamos oir un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y a ser posible decir algunas palabras cuerdas” y me han traído un libro de poesía, (uuummmhhh, lo de las palabras cuerdas lo van a tener más difícil). La historia de la poesía en el último siglo, reflejando todas las etapas por las que el tiempo ha ido pasando.
Voy a transcribir una poesía de Eloy Sanchez Rosillo, escritor que vivió la Transición intensamente y que en casi todos sus poemas refleja su estado de cambio, emoción, incertidumbre y esperanza.
Espero os guste…


LA LUZ
No se puede prever. Sucede siempre
cuando menos lo esperas. Puede pasar que vayas por la calle,
deprisa porque se te hace tarde
para echar una carta en correos, o que
te encuentres en tu casa por la noche, leyendo un libro

que no acaba de convencerte;
puede acontecer también que sea verano
y que te hayas sentado en la terraza de una cafetería,
o que sea invierno y llueva
y te duelan los huesos; que estés triste o cansado,
que tengas treinta años o tengas sesenta.
Resulta imprevisible. Nunca sabes cómo ni cuándo ocurrirá.
Transcurre
tu vida igual que ayer, común y cotidiana.
“un día sin más”, te dices. Y de pronto,
se desata una luz poderosísima en tu interior,
y dejas de ser el hombre que eras hace sólo un momento.


El mundo, ahora, es para ti distinto.
se dilata mágicamente el tiempo,
como en aquellos días tan largos de la infancia,
y respiras al margen de su oscuro fluir y de su daño.
Praderas del presente, por las que vagas libre
de cuidados y culpas. Una acuidad insólita
te habita el ser: todo está claro,
todo ocupa su lugar, todo coincide y tú
sin lucha, lo comprendes.
Tal vez
dura un instante el milagro; después las cosas vuelven
a ser como eran antes de que esa luz te diera tanta verdad,
tanta misericordia.
Mas te sientes conforme, limpio, feliz, salvado, lleno de gratitud
Y cantas, cantas…

miércoles, 6 de enero de 2010

AÑO NUEVO...

Son muchos los días que han pasado desde la última entrada, más de un mes, y aunque son muchas las palabras que pasan por mi cabeza y muchas cosas las que quiero contar, la verdad es que no sé cómo empezar.
Han sido muchas las sensaciones de este último mes, por un lado, mi cumpleaños, un día que me encanta! Cada mensaje recibido ese día es especial y parece que por un día, todo lo demás desaparece; luego llegan las navidades, fiestas que no suelo vivir con demasiado entusiasmo, pero que este año, quizá por mi estado de ánimo, he disfrutado muchísimo. Toda la casa llena de cintas y luces de colores, tardes locas de compras y ganas de transmitir mis mejores deseos navideños a toda la gente que quiero; y por último, la entrada de un nuevo año.

No sé por qué, pero siempre me ha parecido un momento emocionante la entrada del nuevo año, nerviosa cómo cuando despides algo real y lo que esperas recibir es algo que no conoces y por eso te crea incertidumbre, nerviosismo… aunque pensándolo bien, emocionante, emocionante…
Este año lo recibimos en casita, tranquilos, disfrutando de la compañía de casi toda la familia… hacía años que no pasábamos la Nochevieja así, y la verdad es que fue una noche diferente y especial.

Y el nuevo año ha empezado de la mejor forma posible, ¡escalando! Marchamos a Margalef, donde hizo dos días perfectos, sol, temperatura agradable durante el día y las vías como siempre buenísimas. Y lo más importante para mí, la compañía, genial. Fueron dos días llenos de buenas sensaciones, muy buen ambiente y risas a todas horas ¡qué más se puede pedir! Y además sobredosis de motivación, mi primer 7b!!
Este año que entra, espero poder seguir compartiendo todas estas pequeñas cosas con la gente que quiero, porque es lo que día a día me hace sonreir.

“Unos buenos amigos, unos buenos libros y una conciencia durmiente: esa es la vida ideal”.- Mark Twain.