sábado, 28 de febrero de 2015

Kiss me

Suena el despertador… lo apago. ¿Ya? No puede ser, que noche más corta. Me levanto de la cama de forma automática, preparo el café como cada mañana y mientras deambulo de una habitación a otra, me vienen a la cabeza dos palabras: Kiss me… 
Sonrío. Kiss me… ¡me gusta! 
La mañana transcurre diferente. Sonrisas y cruces de simpáticas y generosas miradas se suceden continuamente. Creo que cada una de las personas que se están cruzando en mi camino, leen en mi mirada ese "kiss me" que hoy me acompaña y sonríen al adivinarme...

La verdad es que siempre me tranquiliza más un abrazo, que yo sería partidaria de regalar a todas horas, ¡¡cómo me gustan los abrazos!! Los abrazos llenos de pasión, los que consuelan cualquier pena y los que te da un amigo que hace días que no ves. Cualquier día, sea como sea, mejora en el momento que recibes un abrazo. Pero hoy, por alguna extraña razón, el cuerpo me pide un “Kiss”.

Me fijo en las personas que pasean por la calle, pero todas corren demasiado; ni siquiera se adivina una sonrisa cómplice entre ellas. Me fijo también, en las que comparten conmigo la vuelta a casa en tranvía, me siento en primera fila, junto a la ventana. Siempre me siento ahí, me gusta mirar a través de la ventana mientras me llevan de vuelta a casa o si es de noche, ver reflejados en el mismo cristal a las personas que viajan conmigo, que diferentes somos todos!! Hoy en ese reflejo, de repente, ooohh!! Besos y besos sin fin, se miran y ahí va un beso, sonríen, vuelven a mirarse y ahí va otro beso ¡¡me encanta!! Nuestro viaje finaliza en el mismo punto y ahí se marchan de la mano, enviándose miradas llenas de intención (pronostico un final muy feliz).

Por fin en casa! El día ha sido largo, últimamente todos son demasiado largos. 
Que relax! Como me gusta llegar a casa a última hora de la tarde, abrir la puerta y sentir el olor a lavanda y a hogar, que me da la bienvenida. Cena ligera, infusión con chocolate y a dormir.
Mañana será otro día, aunque tengo el presentimiento de que volveré a levantarme con las mismas palabras divirtiéndose en mi cabeza: KISS ME!!!!!

Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.- JOAQUIN SABINA.

El primer beso no se da con la boca, sino con la mirada.- TRISTAN BERNARD