lunes, 19 de julio de 2010

ENCERRADA EN LA CIUDAD

Hoy, al asomarme a la ventana he sentido algo nuevo, una sensación de ahogo… girar la vista a uno y otro lado y ver ciudad por todos ellos; intenté mirar por encima de los edificios que tenía enfrente buscando una salida y, muy a lo lejos, sólo conseguí ver desierto.

Intento no darle importancia a esta nueva sensación porque estoy segura de que pasará pronto y de que dentro de unos días, esa misma ventana me proporcionará el aire y la libertad necesaria que buscaré al asomarme a ella, pero tras unos días de vacaciones en un valle precioso del pirineo como es Pineta, sentir algo así al asomarse a una gris ventana es algo inevitable.

Este año hemos cambiado un poco la tónica de vacaciones y las hemos pasado entre el Pirineo y la Costa Brava. Tres días por la Costa Brava conociendo un poquito más a Dalí, pintor surrealista del que me apasionan sus cuadros y la verdad, es que conocía muy poquitas cosas de su vida, de sus intereses, de sus pasiones y de su locura.

El resto de los días los pasamos en el valle de Pineta. Allí la energía se percibe con una fuerza insospechable, el valle desprende magia y es un lugar que me encanta visitar y disfrutar. Días de escalada descubriendo que las vías desplomadas también tienen su encanto…, paseos preciosos, y ¡cómo no! Con semejante calor acompañándonos día y noche, casi todos los días tocaba bañito en la poza o día de piscina.

Como siempre, tras unas vacaciones en las que consigo relajarme tanto y evadirme del mundo real durante unos días, mi cerebro me advierte de que la vuelta al día a día debe ser progresiva: seguir disfrutando del tiempo libre como si las vacaciones no hubiesen cambiado, aprovechar cada momento que proporcione relajación y alegría y esbozar de manera casi continua, una pequeña sonrisa… y sobre todo, comenzar a soñar con las próximas vacaciones.

Feliz Verano!!
"El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan" .- Salvador Dalí.