jueves, 29 de noviembre de 2012

Disfrutando!!!


Cuando las vacaciones llegan deseándolas tanto, una catástrofe tiene que pasar para no disfrutarlas al máximo. Este año las vacaciones llegaron tarde, en noviembre, pero jamás pensé que podría aprovechar y disfrutarlas tanto.

Los primeros días fueron extraños… salimos un martes, después de haber trabajado el lunes a mi 200% haciendo doble jornada y con el estrés persiguiéndome, así que mi mente estaba todavía desubicada, y me costó unos días entender que ¡estaba de vacaciones!. Decidimos comenzar las vacaciones en Margalef y eso fue todo un acierto. Aunque me costó relajarme y olvidar el trabajo, a los tres días Margalef, había conseguido embaucarme de nuevo.
Como siempre, el ambiente fue genial, da gusto escalar en una escuela así y tener luego un lugar para reunirse con amigos y “futuros amigos” a exagerar sobre las escaladas del día ;-). Coincidimos con amigos "de siempre" a los que vemos de vez en cuando, asomó un atisbo de redescubrimiento, de alguien que creía perdido y conocimos a tres personas fantásticas que pasaban por allí y que nos regalaron momentos bonitos y divertidos, asi que ¡gracias, volveremos a encontrarnos!
Y a partir de entonces, segunda fase de las vacaciones! Marcos, Marta y Valeria vinieron a nuestro encuentro para compartir las dos semanas siguientes y como dice Marta “si reír rejuvenece, acabo de cumplir 18”. Fueron dos semanas fantásticas!! Pusimos rumbo a Oliana, escuela que yo no conocía y que me gustó mucho. Quizá no sea un sitio para elegir como destino de vacaciones pero conocerlo merece la pena, muro de caliza ligeramente desplomado y con vías que rondan los 40 metros ¡increíble! Tres días allí fueron perfectos y aunque habíamos decidido quedarnos algún día más, la lluvia nos hizo volver, ¿dónde?... ¡¡Margalef!! Y prometo que yo no tuve nada que ver con la decisión…

Tuvimos mucha suerte con el tiempo y disfrutamos de un sol espectacular todos los días. Escalamos muchísimo y poco a poco volví a sentir que la escalada y yo nos reconciliábamos de nuevo. ¡Qué sensación tan agradable! De nuevo sentí que formaba parte de las vías que probaba, ya no era una pelea física y mental contra ellas, sino que mi cuerpo iba adaptándose a ellas paso a paso, de una forma sencilla, cómoda, asimilando cada gesto y disfrutando cada movimiento. Es cierto que quemé mi último cartucho para intentar evadirme de ese miedo que me aterroriza de vez en cuando, pero esta vez, quizá dí con el remedio adecuado ¡la música! Un repertorio minuciosamente seleccionado me acompañaba cada día a cada vía y, me sentía bien… no había tensión, ni miedo, incluso me sorprendí en algún momento visualizando los pasos, tarareando esa canción. Casi todas las cosas en mi vida van acompañadas de música, así que por qué no intentarlo?


Y al margen de todo esto, también tuvo que ver en esta evolución, que tras las horas de escalada, había una “sobredosis” de carcajadas imparables. Jamás pensé que podía reír tanto, dejarme llevar por el momento de euforia y echar a un lado el sentido del ridículo que a veces me acompaña y no me deja disfrutar. Estas vacaciones ha desaparecido! Hemos reído sin parar, hemos “payaseado” sin parar y el “buen rollo” generado todavía hace que me levanté por las mañanas sonriendo, al recordar alguno de los momentos vividos. ¡¡Qué importantes son las personas con las que compartimos nuestros momentos!!

“Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”.- Gabriel García Marquez.
¡¡Sería terrible vivir sin música!!

domingo, 4 de noviembre de 2012

Nueva temporada!!


Con la llegada del otoño empieza nuestra temporada más fanática en cuanto a escalada se refiere. Cuando entramos en el mes de octubre, mis ojos empiezan a reflejar el cartel de Margalef, como al “tío Gilito” se le reflejaba el símbolo del dólar.
Después de un "otoño-invierno-primavera" fantásticos allí la temporada pasada, me propuse, para este año, cambiar de destino. Margalef me encanta y al final me obsesiono tanto con los objetivos que encuentro allí que no quiero salir a ninguna otra escuela… ¡¡¡¡¡erroooooorrrr!!!!. Error, porque este verano aluciné el primer día que decidí cambiar de lugar. Así que ya estaba casi mentalizada al 100% de que este año eso iba a cambiar.
Bien… pues cosas del destino, llega octubre, el fresquito y no sé por qué extraña razón mis dos primeros fines de semana de escalada han sido ¿dónde?... ¡¡¡¡Margalef!!!! Y como no, aunque el primer fin de semana después de estos meses sin tocar esos bideditos, fue duro; el segundo, encontré de nuevo un objetivo que ha conseguido quitarme el sueño. Una vía exigente que me dejó, en esa primera toma de contacto, llegar hasta la cadena y que me ha ilusionado de nuevo, así que este martes comenzamos nuestras vacaciones como no podía ser de otro modo, ¡¡en Margalef!!.
Después de intentar luchar contra todos los elementos, he decidido que Margalef me encanta. Me encantan sus vías, me encanta su gente y me encanta el ambiente que se genera durante todos estos meses en los que se respiran monodedos y bidedos mezclados con un sinfín de emociones y buenos momentos. Así que, voy a dejarme llevar… y creo que todas las estrellas apuntan a Margalef!! ;-)

"A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar".- Franz Kafka 
"No hay viento favorable para el que no sabe dónde va".- Séneca