viernes, 26 de agosto de 2011

EXTRAÑO VERANO

El verano está pasando rápido. Ha sido un verano extraño… el tiempo no ha acompañado mucho, pocas vacaciones, demasiado estrés en el trabajo… quizá todo eso ha contribuido a que mi estado de ánimo haya sido tan cambiante, no sé…
Después de un mes de julio intenso y duro, por fin pude disfrutar de mi semanita de vacaciones. Este año las vacaciones no han sido acordes al esfuerzo realizado en los meses anteriores, y aunque he intentado relajarme y llevarlo de la mejor forma posible, la verdad es que se han quedado cortas. Una semana no ha sido suficiente…
Este año marchamos a Suiza. Un país al que no he conseguido encontrar su esencia. La lluvia nos acompañó casi todos los días y fueron pocos los días que pudimos quitarnos la ropa de abrigo. El sitio, eso sí, era precioso.
Un muro perfecto, siempre la misma inclinación, lleno de regletas increíbles y con una gran exigencia. Para llegar hasta allí un paseo muy cómodo de aprox. 25 minutos alrededor de un lago entrañable y atravesando un bosque mágico. Quizá un viaje de propio hasta allí, si se busca una dificultad media, no merezca la pena, pero si las vacaciones son a suiza, pasar por allí es casi, casi obligado.
Esos días en Suiza fueron duros. Pase por momentos, que últimamente son muy frecuentes en mí, en los que la sensibilidad está a flor de piel, todo me afecta demasiado y me sentí sola. Aunque Dani en todo momento estuvo apoyándome, no pude evitar sentir que no pertenecía al grupo que se había formado esos días. Me sentía una extraña y poco a poco me fui escondiendo, en busca de una soledad, demasiado cruel, que no me ayudo en absoluto. Un magnífico día de sol en Chamonix con Dani fue suficiente para hacerme volver a sonreir. Y el destino final de vacaciones, Ceusse, fue todo un acierto. Una llamada de teléfono, a la que estaré siempre agradecida…: “maño!! ¿Dónde tais? Veníos pa’ Ceusse!!” nos hizo cambiar el rumbo y marchar a una de las mejores escuelas de escalada del mundo. Me gusto mucho redescubrir ese muro que tenía olvidado en el cajón de los lugares a los que, de momento, no pensaba volver. Disfrute muchísimo del paseo hasta el muro, de sus vías y de ese sol magnífico que salía todas las mañanas. Y tras varios días de soledad, por fin sentí que volvía a ser yo y que el mundo me aceptaba de nuevo.
Tras una semana de reencuentro conmigo misma, sin pensar mucho en lo sucedido en las vacaciones y sabiendo que esa soledad fue algo que busqué inconscientemente para esconderme; el recuerdo final es bueno, agradable… Ceusse hizo magia…



Y este fin de semana, por fin, pasé dos días geniales. Estuvimos en Pineta, un valle que me encanta y en el que siempre me he sentido muy bien. Subimos al Gran Astazu y desde allí las vistas son impresionantes; la ascensión exigente y divertida. Una actividad que recomiendo totalmente. Por otro lado, el recibimiento, no pudo ser mejor, nos habíamos visto en una ocasión hace un par de años, pero parecía que hubiésemos salido con ellos toda la vida. Un fin de semana que espero repetir verano tras verano.



“La soledad es muy bonita, cuando tienes con quien compartirla”
“La soledad no es motivo de tristeza, es motivo de reflexión”

4 comentarios:

  1. Una pena, Sil, que no supiéramos hacerte sentir a gusto..
    Para mi fue un viaje genial que nunca pensé que pudiéramos hacer con la pequeña.
    Que todo fuera tan bien os lo tengo que agradecer a los que "sufristeis" la convivencia con un bebe tan pequeño... y con nosotros.

    ¿Nos vemos pronto? Mientras tanto, cuídense, ríanse, quiéranse como saben.

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  2. Ninguno sufrimos vir. Hacéis que la convivencia siempre sea fácil, e incluso yendo con la pequeña que siempre es más dificil adaptarse, os adaptasteis a la perfección a todos los planes que se iban generando. Me alegra que lo disfrutaseis tanto, es bonito guardar bellos recuerdos de los viajes, que al final es lo que queda, los recuerdos.
    Yo no estaba pasando por mi mejor momento esos días y bueno, cuando la autoestima no acompaña, la tristeza se acentúa...
    Así que sólo queda aprender de ese recuerdo y mejorar.
    No hemos coincidido desde entonces, pero agradecí enormemente esa pequeña conversación a través de las nuevas tecnologías y tengo unas ganas enormes de volver a veros y poder daros el abrazo que necesito.

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  3. Hola,ya veo que estuvisteis en Voralpsee,me encanta ese muro...Una semana de vacaciones deberia estar prohibido,siempre lo he dicho,cuando empiezas a sentir el aliciente te lo quitan de la boca...Verano en suiza no es tan facil encontrar sol,aunque lo hay y puede ser muy caliente,pero lo mejor es primaver o septiembre y octubre es cuando mas estable y,si llueve siempre queda el Tisino,la parte italiana suiza que es mas caliente,pero ceus fue sin duda una buenisima opcion,tambien hay suiza zonas de montañas con todo tipo de vias que son un sueño y que lastima que no venga mas la gente para escalar ahi...Bueno huellas,si quereis algun dia un poco mas de informacion de suiza os puedo contar muchas cosas...Saludiños.

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  4. lo sé... escribí la entrada después de ver Suiza a través de tu cámara, por eso siento que no llegué a descubrir todo lo que ofrece. Aunque influyeron muchas cosas, es cierto que una semana, como muy bien dices, debería estar prohibido!! Pero seguro volveremos algún día a redescubrirla y poder disfrutarla como merece.
    Gracias!!

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