domingo, 4 de abril de 2010

ESCLAVO DE LA APARIENCIA

Podríamos ser cualquiera de nosotros. ¿Quién no se ha sentido en algún momento esclavo de su apariencia? Hay quien se siente así en algún momento de su vida, y hay quien llega a olvidarse poco a poco de quién es en realidad y se deja llevar por un estilo de ropa o aspecto físico, que le dicen cómo debe pensar. Pensamos en lo que somos, en lo que nos gustaría ser y en lo que finalmente creemos que somos.

Esclavo de la apariencia… podríamos ser cualquiera de nosotros y la verdad es que me dan ganas de explayarme en el tema…, pero en este caso, es el nombre de una vía de escalada, que bien merece una mención especial.
Hemos estado toda la semana disfrutando de unas merecidas vacaciones en Almería. ¡Qué ganas tenía de escapar de la ciudad y lo que la rodea! El destino elegido, gracias a nuestros queridos galleguiños, fue Cacín y tengo que decir que fue todo un acierto. Un lugar lejos de la civilización, tranquilidad absoluta y con un ambiente sano y divertido que se mantuvo durante toda la semana. La zona de escalada se encuentra a lo largo de un valle muy profundo, lleno de roca a ambos lados, cruzado por un riachuelo, que hace del sitio un lugar con encanto.
La escalada, para mi gusto perfecta, placa anaranjada, llena de regletas y roca muy adherente que consigue hacer bailar a cualquier escalador que decida probar cualquiera de sus “canciones”. Y ahí es donde conocimos “Esclavo de la apariencia”, sólo mirándola, ya apetece probarla. Una vía con regletas perfectas, movimientos preciosos y que como su propio nombre indica es esclava de su apariencia.
Una semana que me deja soñando con las próximas vacaciones…


“Cuando bailas, tu objetivo no es ir a un lugar determinado de la pista. Es disfrutar cada paso del camino”.- Wayne Dyer

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