lunes, 27 de abril de 2009

Kalimera!!


El viaje fue largo, muchas horas de autobús, avión y de escuchar frases y conversaciones que no había por donde cogerlas… Pero mereció la pena. La llegada a Kos a la hora justa en la que el sol empieza a asomar en el horizonte y que me decía que ya no faltaba nada para llegar al destino, que ganas!!
En Kalymnos, todo fue perfecto.

El buen tiempo nos acompañó durante los quince días, escalamos muchísimo, (bueno, unos más que otros ;) y el ambiente fue genial. Me sorprendió el carácter de la gente allí, todo el mundo se esforzaba por hacernos la vida más fácil, te ofrecían su ayuda a cada momento y nos hicieron sentir como en casa. Y aunque la isla es pequeñita, y no se caracteriza por paisajes espectaculares o zonas turísticas, es tan agradable estar allí, que una vez que empiezas “a vivir” realmente la isla, te das cuenta, que los días han pasado volando y que te han faltado algunos por disfrutar.


Y esto sin hablar de escalada. Vias impresionantes, mucha variedad y sobre todo… ¡¡¡¡chapitas a metro!!!! Así sí…
En la maleta de regreso, muy buenas sensaciones escalando, relajación total y muchos momentos para recordar con una gran sonrisa.

Muchas gracias a todos por un viaje perfecto!

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