jueves, 19 de enero de 2012

¿AMIGOS?

Han pasado ya muchos años… quizá el problema sea ese, que nos conocemos demasiado. Porque, aunque al cabo del año, no nos veamos demasiado, los dos conocemos demasiado bien al otro. Quizá el error fue mío, no lo sé. Quizá “engrandecerte” demasiado… Con los años he aprendido que las personas somos eso, personas; a veces demasiado grandes, a veces demasiado pequeñas, dependiendo del momento que nos esté tocando vivir.

Una amistad que creció a una velocidad vertiginosa los primeros años, y que se desplomó, un día, de la misma forma. ¿Por qué? La verdad es que a día de hoy, todavía no sé qué pasó; un malentendido, una palabra que provocó dolor, o simplemente, apareció un espacio que era necesario desde hacía tiempo, o quizá... nunca fue tal.

Ha pasado tanto tiempo y han pasado tantas cosas que no sé que pensar. Quizá tú respuesta sería: “es que piensas demasiado” y, tienes razón. No sé si algún día podré volver a encontrar en ti ese “buen amigo” que descubrí en su momento, pero he dejado de pensar…

Sé que volveremos a encontrarnos algún día…

“Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere”.- Elbert Hubbard.
"Un amigo es quien te coge de la mano, y te toca el corazón".- Gabriel García Marquez.

miércoles, 11 de enero de 2012

MENTE RENOVADA

“Ganas de sonreír… ganas de ser feliz… ganas de vivir al límite… de aprovechar cada segundo…
¡¡Bien!! Ya tengo las ganas. Si consigo poner la actitud, todo será más fácil… Veamos…”

Llegó Diciembre, un mes que me gusta bastante, aún siendo la llave que nos abre la puerta al frío invierno. Y con diciembre, llegó también el estrés: fin de mes, fin de año, fin de trimestre, ¡¡¡oh my god!! Esto es una locura… así que una mañana me levanté pensando todo lo anterior. No suelo levantarme de la cama con tanta vitalidad, y mucho menos si me he levantado con el ruido del despertador, pero, el 21 de diciembre, mi mente dio un giro de 360º y con ello aparecieron nuevas oportunidades.

Tras una Nochebuena muy bonita y especial, llena de cariño y alegría, marchamos a Turquía, nuevo  lugar que descubrir. Estuvimos durante diez días en Geyik Bayiri, alojados en casa de Nancy, una mujer increíble. Nacida en Gales, pero ciudadana del Mundo, nos enseño el placer de vivir la vida al máximo, de abrir la mente hasta límites insospechados y compartió con nosotros algunos de los mejores momentos de este viaje. Una mujer que en tan sólo diez días, ha dejado, para siempre, su huella en mi tren de la vida.

En Geyik Bayiri coincidimos con el resto del  equipo maño. Llevábamos años hablando de coincidir en verano, coincidir en navidades y nunca llegaba ese momento. Este año por fin, pasamos la Nochevieja juntos y fue genial. El tiempo nos acompañó bastante, casi todos los días fueron soleados y con buena temperatura, ¡¡perfecto para escalar!! Y la escuela merece la pena una visita. Roca naranja, pinchudita, muy adherente, llena de regletas perfectas y chorreras enormes, ¡un auténtico paraíso para el disfrute!. Aunque yo, como siempre, tarde un tiempo en llegar a ese punto. Escalando me cuesta adaptarme a los nuevos terrenos, no soy capaz de asimilar con rapidez los nuevos movimientos y relieves. 
Así que, en mi línea, empecé a forzar mi mente y a disfrutar realmente los dos últimos días… A diferencia de otros viajes de escalada, aunque la primera semana fue dura, mi motivación fue creciendo poco a poco, gracias a todo el equipo que se formó allí. Dani, que como siempre, tiene que hacer de “terapeuta” cuando me dan esos “mini” ataques de miedo y que, como siempre también, está ahí para animarme cuando más lo necesito;  nuestro equipo astur, que ya este verano consiguió darme una dosis extra de motivación y que estas vacaciones han sido unos magníficos compañeros de viaje; y el resto del equipo maño que todas las mañanas nos recibía con una sonrisa y unas ganas increíbles de escalar. Es imposible que con estos ingredientes, algo saliese mal.

Tras esos días en la zona de Antalya, marchamos a Estambul. Una ciudad de cuento… mágica. Personas serviciales y agradables, siempre dispuestos a ayudar y con un carácter abierto y alegre, nos sorprendieron al llegar allí. Al levantarnos a la mañana siguiente la ciudad ejerció su magia para embrujarnos. Cientos de mezquitas preciosas se levantaban a nuestros pies, cientos de comercios llenos de luz y brillantes que nos dejaban hipnotizados y una lejana historia que no tuvimos tiempo de conocer como nos hubiese gustado, hacen que Estambul te enganche poco a poco sin apenas darte cuenta. Entonces llega la noche, y hace su ultimo conjuro, enciende todas sus luces, entona sus últimos cánticos y, a partir de entonces, estás atrapado para siempre. Una ciudad preciosa, a la que sin duda volveré algún día.

La vuelta a casa fue tranquila, feliz… Han sido unas vacaciones inolvidables, llenas de buenos momentos y de preciosos recuerdos. Pero, quedaba un gran momento que todavía no había llegado. Mi hermana vino a buscarnos a la estación, su cara era alegría en estado puro, y verla me lleno de felicidad a mi también. Al llegar a casa me sorprendió con una noticia: los Reyes Magos no se habían olvidado de nosotros!! Aunque no nos encontraron en casa, decidieron dejarle a ella nuestro regalo. No sé, cómo han podido encontrar esas palabras llenas de amor que acompañan cada fotografía, no sé donde han conseguido tantas fotos que resumen a la perfección nuestra trayectoria juntas, pero lo que sí sé, es que cada día vuelvo a mirar ese CD y siento que la vida tiene sentido. Gracias!

“Ganas de sonreír… ganas de ser feliz… ganas de vivir al límite… de aprovechar cada segundo…
¡¡Bien!! Ya tengo las ganas. Si consigo poner la actitud, todo será más fácil… Veamos…”